Tu maldición – poema

 

No es una playa vacía,

sino el agua que está fría.

No es la neblina eterna,

sino la cama sin piernas.

No es un brujo en San Juan fumando cigarros

con velones prendidos y fotografías al revés.

No es una muñeca vudú comprada en eBay,

punzanda en tus partes

que no te deja querer.

Es el recuerdo de aquel tren que dejaste ir,

el que se fue despacio por si acaso querías montarte.

Es la sonrisa que calentaba tus tardes frías

y hacía tu casa pequeña cantar.

No son las canciones, es la falta de musa.

No son los plátanos, es la carne.

Lo que te amarga los domingos no es tu café,

es mi ausencia.

Yo no hice nada.

No busqué nada.

No tomé nada.

Tu maldición no es haberme tenido;

es quererme… y a pesar de tenerme,

tener que vivir sin mi.

By tuttysan © 2011

Tu maldicion – poema.

Momentos

Cerré los ojos y al abrirlos encontré tu sonrisa; y al tomarme de mano me guiabas en un círculo de danzas en el pasto de esa pequeña loma en la cual, sólo minutos antes, las vacas comían en tranquilidad. Respiré sociego y empaté tu sonrisa, sintiendo gozo… del tipo que trae paz. Me abrazaste y te abracé; y abrazados ceramos los ojos, sonrisas en labios. Al respirar el oxígeno es puro y al rededor todo es luz. Hay silencio y luego sonrisas, más aun… al abrir nuestros ojos y mirarnos, agarrados de manos… rondando círculos sin cansar. Y al acercarnos, te miraba, acariciando tu pelo… quitándolo de entre tus ojos, contemplando su color incomprometido, misterioso, esplendoroso. Eres tan hermoso como te recordaba. Recordaba que al verte cada día, sentía que te veía por primera vez. Esto lo experimenté de nuevo. Y no era amnesia. Esto no me pasa con nadie… mas me pasa contigo. En mis ojos hay luz cuando te miro, en mis labios sonrisas y en mi corazon PAZ.

By tuttysan © 2010

Picnic – poema

 
Vamos caminando hacia un llano entre las montañas, en una tarde fresca.
Llevemos una sábana para sentarnos; salmón ahumado, vino y queso crema.
Empaquemos todo en las mochilas. Caminemos y hablemos de todo y nada.
Llevemos un mini radio y descansemos; boca abajo y el cielo azul en las espaldas.
Si el ambiente está bien nos sonreiremos rodeados de lagunas y vegetación.
¡Cuánta belleza, cuánto silencio! Solo bajito una vieja canción.
Trajiste tu libro, yo traje el mío. Sentémonos en lados opuestos y leamos.
Toquémonos los pies con los dedos. Quedémonos dormidos, hace frío.
Tu libro es más interesante. Lo lees en voz alta como si fuera a un niño.
Alabo tu paciencia y tu sonrisa. Ya creo lo que dice, tú estás convencido.
Hagamos el amor a luz del día y durmamos con el cielo por cobija.
Los árboles pendencieros se guiñan los ojos; y callan, como siempre, muertos de risa.
Exploremos el lugar, tomemos fotos. O trata de pescar algo para cenar.
A lo lejos pendenciamos, se encuentran los ojos. Escuchamos en la radio: Iron & Wine.
Salgamos cuando la tarde llegue a su fin. Con el sol bajito caminemos.
Tomemos mucha agua, que tomamos mucho vino. Nos quedan dos horas de camino, parlanchín.


© tuttysan 2007

Photo: On the way to El Mogote, Jarabacoa - Dominican Republic

Amor del negrito

Amor del negrito. Foto: malecon de Santo Domingo

Amo a Quisqueya con sus buenas y sus malas,

su bullicio empedernido, su basura y su smog;

la sonrisa de los fruteros en las calles llenas de tràfico,

los tígueres en los barrios con sus patas sucias y sus cacuchas,

el fuifuio de los hombres a las mujeres en la calle,

el calor del carajo, el regateo, el lío…

sus playas, sus flores, su gente, sus ríos,

sus atardeceres, sus monumentos, sus arrabales y sus vainas;

su comida, sus brazos abiertos, sus ojos hambrientos y saciados,

sus eses comidas, sus apagones y escasez;

lo que sobra, lo que falta, lo bailado, lo gozado

sus coños, su desgracia, su gracia y su valor:

Amo a Quisqueya.

Amo a la vida con sus vaivenes,

sus mojigangas y cuentos, sus sube-y-bajas

las oportunidades que brinda, cuando le da la gana,

las que nos quita, cuando también decide…

la eterna ruleta, el esperar admirado,

el subirse a lo que sea porque uno nunca sabe,

el luchar, el cogerlo suave, el descansar, el viajar

el aprender, el lograr, el no lograr y aprender

el observar, el entender

un día si y el otro no.

¿Qué carajo es la vida, por qué estamos y a dónde vamos?

Amo la vida.

Amo a mi familia ayer, hoy y siempre:

su corazón bueno, su genio del carajo;

su ética de trabajo, su sensibilidad social

su preocupación humana, su inteligencia, su vigor…

su espíritu de unión, su sencillez y su soberbia;

sus dolores, su espera,

lo que fue y lo que es.

Amo a mi familia, sin comer cuentos.

Te amo a ti, alto y delgado

con tu piel rosa, tus facciones finas

tus manos dulces, tu calma, tu hombría

tus sueños gigantes, tu continua osadía

tu risa, tu ser y lo que vivo contigo

el toque de tus manos, tus mensajes de texto

saber que estás cuando miro hacia atrás

el tener sin tenerte,  sin mayor explicación.

Por tuttysan © 2007

Amor del negrito – poesía. Foto: malecón de Santo Domingo, República Dominicana.